
El Observatorio del Derecho a la Comunicación en su boletín N° 5 señala que:
El estallido social y la posterior crisis por la pandemia COVID-19 han evidenciado la importancia de los medios y comunicadores independientes. Su rol ha sido clave registrando las vulneraciones a los derechos humanos durante las protestas, dando a conocer una realidad que los grandes medios han opacado, pero también aportando evidencias que servirán de pruebas en numerosos casos judiciales. Durante la pandemia han sido también periodistas independientes los primeros en cuestionar las cifras oficiales y en denunciar el ocultamiento de la magnitud de la pandemia.
Si bien estos medios y comunicadores han ganado protagonismo, también se han convertido en objeto de ataques. Las agresiones y detenciones a la prensa no han cesado desde octubre pasado, a lo que se suma el hostigamiento judicial, amenazas y eliminación de contenidos en redes sociales. La radio JGM publicó un artículo multimedia con entrevistas a distintos actores que evidencian las adversas condiciones que encuentran las radios comunitarias para desarrollar la función informativa1. Asimismo, el pasado 21 de septiembre un nutrido grupo de medios populares e independientes difundió un comunicado de prensa denunciando esta situación y alertaban que “el actuar de
Carabineros de Chile evidencia una estrategia de persecución y represión dirigida contra los comunicadores populares y corresponsales extranjeros que no se conforman con el discurso oficial”. Lamentablemente este comunicado no tuvo eco en los medios convencionales que, sin embargo, no han tenido inconveniente en utilizar, sin autorización, registros de medios independientes. La crisis de reputación de los medios grandes también es una crisis de su modelo económico, como muestran los continuos despidos de trabajadores y los problemas financieros de algunos grupos empresariales.
Durante este mes destacamos también el reportaje de Brian Arredondo, Belén Sabbag y Francisca Vargas sobre las adversas condiciones que debido soportar los medios comunitarios tales como Radio Manque de Rancagua, Radio Plaza de la Dignidad y Radio La Voz de Paine. De acuerdo con la publicación, los comunicadores de estas radios han sido víctimas del hostigamiento policial continuamente, el cual se ha incrementado desde el estallido. La pandemia, por su parte, los ha impulsado a utilizar nuevas plataformas, generando redes para realizar foros, transmisiones en conjunto y cadenazos radiales que han aumentado el flujo de usuarios en las plataformas que utilizan, además de compartir contenido creado por los distintos participantes. Por último, también han tenido que enfrentar la judicialización por exigir el respeto a su derecho a la libertad de expresión y de la comunicación.
Finalmente, la falta de transparencia no deja de tener protagonismo en nuestro boletín. Si bien el Gobierno fue mejorando la comunicación pública sobre la pandemia, el Ministerio de Salud se niega a responder, de forma sistemática, a las solicitudes de acceso a la información pública, eludiendo entregar informes y datos que no figuran en las webs oficiales.
ODC_Boletin_05_Setiembre2020